Vivimos en un mundo que nunca para, está en constante
evolución, un mundo lleno de cambios, no es el mismo de ayer ni será igual
mañana, estos cambios se evidencian en todos los aspectos de la vida, en cada
profesión, en cada lugar, en cada ciudad, en cada país. Cada quehacer debe
acoplarse a los cambios que en su mayoría contribuyen a la eficacia y rapidez
de sus resultados y como es de esperarse, la docencia no se queda atrás, esta es
considerada como la madre de todas las profesiones ya que se trata del pilar de
los conocimientos, es quien debe dar ejemplo de evolución, es quien debe ser
pionera en todos los aspectos. Estamos en un mundo que no permite el atraso,
estamos en un mundo de competitividad y el maestro que no se adapte a esto no
funciona en el siglo XXI.
Isabel cobo PFC V.1
Pajaros en la cabeza... y volar!
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